Las cortinas romanas, consisten en una tela con varillas cosidas a
intervalos colgada de un mecanismo metálico en la parte superior,
que permite mediante la recolección de las varillas el pliegue de la
tela.
Este tipo de cortinas, son ideales para cuando se necesita limitar
el espacio ocupado por la ventana, como sucede en ventanas que no
llegan al suelo o aquellas con poco espacio alrededor, donde las
cortinas tradicionales molestarían por su volumen.
Se puede colocar a techo, cenefa o pared. Las cortinas romanas
proporcionan a los ambientes una estética despejada. Según las telas
y fibras escogidas, estas cortinas permiten vestir los ambientes con
distintos diseños.
Están recomendadas para ventanas fijas o corredizas, y no son
prácticas en ventanas que se abren hacia adentro. Las cortinas
romanas pueden ser usadas por lo general a nivel doméstico, en los
hogares.